La Universidad de Castilla-La Mancha atraviesa una situación económicamente delicada. Su rector, Ernesto Martínez Ataz así lo explicó días pasados en la prensa.
Los responsables de la formación universitaria de las futuras generaciones, se tendrían que plantear, si la misma, forma o deforma.
Las personas que nos gobiernan, por lo general suelen colgar su currículum en las páginas del organismo correspondiente. Como es obvio, aparecen (entre otros datos) los estudios cursados. En algunos casos concurren varias licenciaturas. Cuantos más conocimientos, mejor; el saber no ocupa lugar. Ahora habría que preguntarse: toda esta formación rigurosa, que abarca tantos años de estudios y esfuerzos ¿ha sido realmente bien orientada? Estas personas que han llevado a la bancarrota a nuestra Universidad (con la connivencia o no de los directivos docentes), o se han pasado por el “forro” su formación, o esta, no da la talla para enfrentarse a los problemas de libro, que teóricamente se estudian para abordar problemas de envergadura. La infraestructura del estado debe funcionar, con un buen rendimiento, por las personas que fueron formadas en las universidades.
Aquí ya no vale que: “la gestión integral pase a ser de total control de la Universidad”. Porque, entonces para qué formar y educar, si se desconfía de la misma formación académica.
Publicado en el periódico La Tribuna de Albacete 11-07-2011
Publicado en el periódico La Verdad de Albacete 15-07-2011
http://www.laverdad.es/albacete/v/20110715/opinion/formacion-universitaria-para-20110715.html
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