Las crisis materialistas, aunque tan voraces, no pueden cambiar los vientos envolventes que nos trae nuestra Feria. Esos vientos perfumados, con aromas de fiesta popular. No sé con que fuerza soplan este año, lo que si sé, es que la fuerza que los mueve, nada tiene que ver con el origen de esas crisis económicas, que se mueven en los mercados del vil metal. Queda demostrado cada año, con la gran afluencia de gentes distintas, que convergen por los reales de esta Feria, única en nuestra querida piel de toro.
Los ciudadanos de Albacete sabemos distinguir muy bien que, los rumbos de esta crisis que sufrimos, son provocados por otros espíritus, que nada tienen que ver, con esos otros que nos mantiene unidos a todos los albaceteños en estas fechas. Cómo no, gracias a nuestros antepasados, que nos supieron transmitir el valor intrínseco de lo auténtico; claro, con el consentimiento de nuestra Virgen de los LLanos.
¡Viva la Feria, la Virgen de los Llanos y la madre que nos parió!
Publicado en La Tribuna de Albacete 13-09-2011