De repente acudió a mi pensamiento. La sensación fue tal, que mi actividad cerebral más elemental se paralizó. De esta manera, se bloqueó el aluvión de pensamientos más vulgares que en ese momento divagaban por mi mente. El propósito era disfrutarlo con toda intensidad, intentar retenerlo unas milésimas de segundo, para después notar su agradable despedida.
Describir esta sensación es tan difícil como relatarla, pero es una manera generosa de compartirla con los demás, casi obligatoria. Además, poder transmitirla sería el broche final.¿Cómo? Pues quizás, fundiéndose en un cálido abrazo con cualquiera de las personas más cercanas que en ese momento estén a tu lado.
Las emociones y la inteligencia, nos han hecho capaces de evitar riegos innecesarios, tanto en la evolución, como en el alcance de metas, impensables en los albores de la especie humana. Es probable que, esta última, haya ganado la batalla a las emociones, pero no con el éxito éticamente deseado.
Hoy, usar el corazón no está de moda. Aquellos que se inclinan por él, se los encasilla como débiles.
Durante unos segundos, me he sentido por encima del bien y del mal. He sido débil.
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Publicado en el periódico Diario de España La Nueva España Oviedo 23-12-2011
http://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/9097/emocion-compartida.html
Publicado en el periódico La Voz ce Galicia La Coruña 23-12-2011
http://www.lavozdegalicia.es/opinion/index.htm
Publicado en el periódico digital Actualidad Extremadura Badajoz 27-12-2011
Publicado en el periódico La Verdad de Albacete 28-12-2011
http://www.laverdad.es/albacete/v/20111228/opinion/emocion-compartida-20111228.html
Publicado en el periódico La Vanguardia de Barcelona 28-12-2011
http://www.lavanguardia.com/participacion/cartas/20111228/54241717614/emocion-compartida.html
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