Invoco, en nombre de mi inocencia, el derecho al error humano. Pero no perdonaré jamás a aquel que lo prostituya, para su beneficio más rastrero. ¡Pájaros de mal agüero! ¡Alejaros de la faz de la tierra! Y anidar en el más recóndito de los avernos. Devoraros hasta la hiel entre vosotros, y atragantaros a borbotones con la sangre de hiena que corre por vuestras sucias venas.
Queremos respirar del aire limpio y puro que nos regala la fragancia de nuestra bendita inocencia.
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Publicaciones:
Diario Córdoba 04-11-2015
http://www.diariocordoba.com/noticias/tuinformas/bendita-inocencia_996979.html
El Norte de Castilla 10-11-2015
Edición impresa de Valladolid, Salamanca, Segovia y Palencia.
La Tribuna de Albacete 15-11-2015
Edición impresa