El telescopio espacial James Webb (JWST) enviado al espacio en el año 2021; cuyo proyecto fue costeado (con dineros públicos y privados) por Estados Unidos, Canadá y Europa tuvo un costo de diez mil millones de dólares americanos.
Sí consideramos el número aproximado de galaxias (según los científicos) que se estima en un billón de ellas, este proyecto tendría una caducidad muy limitada. Todo ello, sin pensar en la posibilidad de la existencia del Infinito, que dejaría el proyecto en mantillas.
Si se destinaran los diez mil millones de dólares, para distribuirlos entre los ochocientos millones de personas que están por debajo del umbral de la pobreza en este mundo, recibirían doce millones y medio de dólares cada uno. Regiones como Asia meridional y África subsahariana pasarían a igualar la renta per cápita a la de los países que idearon este proyecto.
Es más importante para estos ególatras millonarios (disfrazados de científicos), llegar más allá de los límites del Todo y echar un pulso a su creador; que pensar en ayudar a las personas que viven miserablemente y mueren de hambre en este lado del cosmos.
Publicaciones:
La Nueva España 30/12/2023 Oviedo. Edición digital
https://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/58252/proyectos-millonarios-insolidarios.html
La Región 09/01/2024 Orense. Edición impresa