Aunque el proceso judicial advertía de su costoso y arduo desenlace; al final y después de un año para redactar la sentencia, la Audiencia de Barcelona, en fallo público (que se leyó ante una gran expectación), informa del resultado de la misma en el ya conocido caso: “Hacienda”. Si hacemos memoria, recordaremos que en el año 2001 fueron intervenidas las oficinas del grupo inmobiliario Núñez y Navarro, así como su domicilio particular. Se recogieron pruebas, donde quedaron demostradas que el fraude fiscal campaba a sus anchas a modo de: recalificaciones, precios multiplicados, sobornos, cohecho, falsedad documental y extorsiones.
De las dieciséis personas acusadas, todas ellas conocedoras del funcionamiento de las leyes y de reconocido peso específico en Cataluña, catorce han sido condenadas.
Los constructores José Luis Núñez Clemente (ex presidente del FC Barcelona) y su hijo José Luis Núñez Navarro son condenados a 6 años. Josep María Huguet (ex jefe de la Inspección de Hacienda en Cataluña) 13 años. Manuel Abella y Álvaro Pernas (ex inspectores de Hacienda) 11 y 12 años respectivamente. Roger Bergua (ex inspector adjunto regional de Hacienda) 9 años. Juan José Folchi (Abogado) 7 años. Salvador Sánchez Guiu (responsable del departamento de gestión de impuestos del grupo Núñez y Navarro) 6 años. Asimismo, el que fue candidato de Alianza Popular a la Generalitat en 1984, Eduardo Bueno, y el ex directivo de Ibusa Francisco Colomar han sido condenados a 2 años de cárcel cada uno por un delito de falsedad documental; el resto de condenas recayeron (entre otros, sólo con multa) en Juan Antonio Sánchez 2 años. El financiero Javier de la Rosa y su asesor Jorge Oller, han sido absueltos de todos los cargos. En total, la petición de años de cárcel suma 76 años, que viene a ser algo menos que la esperanza de vida de un varón en España.
Las cárceles se están convirtiendo en puntos de encuentro, donde personalidades con rangos de poder, que una vez instalados en sus posiciones aventajadas, no supieron poner límite a su exacerbada avaricia. Estos ‘puntos’, tanto en universidades, aeropuertos, estaciones de pasajeros, etc., se idearon para reunir a las personas que necesitan información puntual o adicional. Los puntos de encuentro, como puede ser la cárcel, son para informar de que: las leyes están para cumplirlas, y a mayor responsabilidad del delito, mayor deberá ser el peso de la misma.
Como siempre, el inexorable paso del tiempo nos dirá, si estas penas se verán consumadas, o por el contrario el tiempo empleado en su aplicación fue baldío.
Publicado en el periódico La Verdad de Albacete 1-08-2011
http://www.laverdad.es/albacete/prensa/20110801/opinion/punto-encuentro-carcel-20110801.html