En el cuartel general del PSOE las fuerzas están divididas. Andalucía, el último bastión del partido, hay que defenderlo a muerte con todas las consecuencias. He ahí una de las pugnas por el liderazgo.
Los dos candidatos a la secretaría general, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, ya están (metafóricamente hablando) uniformados y engalanados, para someterse a la votación donde, los 987 delegados socialistas depositarán sus votos (mañana sábado en Sevilla) en las urnas dispuestas para tal fin, en el 38 congreso del partido.
Después del descalabro de las últimas Elecciones Generales, los socialistas deben afinar la inspiración, y elegir a la persona idónea, que sea capaz de mantener el poder en Andalucía, y así al menos poder seguir con un puesto de mando en el territorio español, tan fundamental para la logística de los posteriores ataques.
La señora Chacón, juega con la ventaja de haber realizado labores militares como ministra de Defensa en su andadura con el gobierno anterior, por lo tanto, es hora de decir:”¡delegados, manden firme, Ar!”