Durante varios días nos citamos en la misma cafetería. Pero, como siempre, el propósito que me rondaba, no variaba ni un milímetro al de mi condición humana. Tu cuerpo me tenía encadenado al instinto más básico con el que nos enfrentamos a menudo los que habitamos esta parte del mundo. En nuestras citas, la conversación era fluida y culta. En nada se parecía a otras experiencias anteriores. El tiempo pasaba fugazmente. Las continuas miradas al teléfono inteligente cesaron. Por momentos, notaba cómo la fuerza de tu mente me trasladaba a otra dimensión, y se interponía entre las sensuales imágenes de tu cuerpo, que se arrastraban por mi cerebro rectilíneo con movimientos camaleónicos. Como cualesquiera de las mejores escenas románticas, me provocaste la lasciva sensación de penetrar en tu mente; y no en tu esbelto, terrenal y asimétrico cuerpo femenino.
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Publicaciones:
La Nueva España-Diario de Asturias 27-02-2013
http://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/12783/microrrelato.html
La Tribuna de Albacete 03-03-2013
Edición impresa
La Verdad de Albacete 08-03-2013
http://www.laverdad.es/albacete/prensa/20130308/opinion/microrrelato-20130308.html