La muerte nos libera de la hipocresía de vivir nuestro propio entierro. ¿Se imaginan?: «¡Gracias por venir a mi entierro!, ¡no podía esperar menos de ti!» O también: «¡Qué penoso fue haberte conocido!» Absurdo, ¿verdad? Si hay algo que mejor ennoblezca a la vida, sin duda, es la propia muerte. Es el momento de dejar de actuar para los demás y hacerlo, única y exclusivamente, para uno mismo. La muerte y el nacimiento son los dos momentos más intrínsecos de esta realidad irreal. En este tira y afloja con nosotros mismos, existe una fuerza principal que pocas veces notamos: es la suma de la fuerza de todos, la responsable que nos facilita soportar esta explícita hipocresía. En la realidad más real que nos identifica, no nos necesitamos para nada. Venimos y nos vamos solitos. Es lo que, verdaderamente, nos libera de todo lo absurdo de nuestra realidad existencial.
Espero no haberles ayudado en las conclusiones sobre este texto, ya que no lo necesitan para el último viaje.
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Publicaciones:
El Periódico Extremadura 25-11-2013
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/tuinformas/conclusiones-inconclusas_771128.html
La Nueva España-Diario de Asturias 25-11-2013
http://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/14939/conclusiones-inconclusas.html
El Correo 27-11-2013 (con el título: ‘El último momento’)
Ediciones de Vizcaya, Álava, Costa, Durango, Guipúzcoa, La Rioja, Margen Derecha, Margen Izquierda, Miranda de Ebro, Nervión-Ibaizabal)
El Norte de Castilla 01-12-2013
Ediciones de Valladolid, Salamanca, Segovia y Palencia
La Tribuna de Albacete 13-12-13
Edición impresa
He leido vuestro post con mucha atecion y me ha parecido didactico ademas de bien redactado. No dejeis de cuidar este blog es bueno.
Saludos